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Primera jornada de Gastronomika 2020. Recetas para un momento histórico
Damos la bienvenida a una edición decisiva en la que brillan los sabores milenarios de Paco Morales o la despensa futurista de Ángel León.
Sabores que viajan a través de los siglos de la mano de Paco Morales, alimentos para la próxima generación que probamos por primera vez gracias a Ángel León, técnicas ancestrales elevadas a la vanguardia por Quique Dacosta o platos legendarios que jalonan una carrera irrepetible como la de Pedro Subijana. Todo eso y más se pudo ver ayer durante la jornada inaugural de San Sebastián Gastronomika – Euskadi Basque Country, que a pesar de la distancia social, no renuncia a seguir alumbrando los caminos de la cocina en un momento histórico. “Es la edición más complicada de las 22 que se han celebrado hasta la fecha, pero también una oportunidad única para construir la gastronomía del futuro”, reconocía, copa de txakoli en mano, la directora del congreso, Roser Torras.
Quizá se echaron en falta los cálidos aplausos del público o el trajín de platillos en el auditorio del Kursaal que caracterizan al congreso donostiarra, sin embargo los chefs consiguieron llegar hasta una audiencia más amplia que nunca. Más de 15.000 profesionales procedentes de 52 países distintos se conectaron a la web sansebastiangastronomika.com para seguir el programa de ponencias, retransmitidas esta vez desde las cocinas de míticos restaurantes vascos.
Pedro Subijana ejerció de anfitrión para Quique Dacosta y Paco Morales en Akelarre, que cumple este año medio siglo de historia. El maestro aprovechó la efeméride para pasar revista a algunos de sus platos legendarios, pero llevándoselos a un lenguaje más actual. Así pudimos ver a Subijana emulando a Ángel León al incorporar un pesto de plancton a un lenguado envuelto en algas y decorado con pieles fritas. Un plato escultural que demuestra que, cinco décadas después de su estreno, el bigote más famoso de la Nueva Cocina Vasca mantiene intacta su curiosidad.
“Es el trabajo previo de cocineros como don Pedro lo que permitió que yo pudiera abrir un restaurante de alta cocina en un barrio obrero de Córdoba y lograr dos estrellas en tres años”, le rindió pleitesía Paco Morales. El profeta de la cocina andalusí pasó por el congreso para dar una lección de Historia en la que reivindicó la cocina del Califato, de los reinos de Taifas o de la Granada Nazarí a través de una aterciopelada crema de piñones, una tersa espardeña con rebozuelos y crema de puerro o una menestra de verduras precolombinas con boletus, colmenillas e hinojo. Solo hace cuatro años que existe, pero Noor está llamado a alumbrar otros muchos platos históricos.
En la tradición culinaria extremeña del Siglo de Oro se ha inspirado Toño Perez para elaborar un menú degustación con el cochinillo como hilo conductor. En la secuencia de platos brilla un casi olvidado pâte en croûte prestado de la cocina francesa del XVIII que Pérez recupera para rellenar de foie, embutidos, vieiras o anguilas. Una receta deslumbrante que marca estilo en el siempre elegante Atrio.
Y de la cocina de hace siglos a la que comerán nuestros hijos y nietos. Ángel León sigue empeñado en integrar nuevos ingredientes marinos en la dieta, y esta vez lo hizo adoptando un lenguaje más clasicista que nunca, lo cual en él también es una novedad. Mostró cómo hacer una morcilla con 'puntillitas' -un cefalópodo enano que disfraza de chipirones en su tinta-, elaboró con la morena -uno de sus pescados fetiche- una piel rellena con un parfait de sus interiores y cocinó unas plantas halófilas como si fueran espinacas a la crema. No hubo conejos en la chistera, pero muchos salivaron frente a sus pantallas al ver a León y a Eneko Atxa -que por la noche sirvieron juntos una memorable cena a cuatro manos en Azurmendi- hincarle el diente a unas costillitas elaboradas con barrigas de pescadilla. De una forma o de otra, el gaditano siempre consigue ilusionar: “El día que dejemos de emocionarnos tiraremos la toalla”.