Nacida en Fuente Álamo (Murcia, 1987), la chef María Gómez se formó en el Basque Culinary Center y en la escuela de Karlos Arguiñano, y forjó su estilo culinario al amparo de figuras como Juan Mari Arzak y Ferran Adrià. El Campo de Cartagena y el mar Mediterráneo son el leitmotiv de su restaurante Magoga, inaugurado en 2014 y que dirige junto a su marido Adrián de Marcos, jefe de sala del mismo. En la cocina, María se nutre del recetario y la despensa regionales para crear una propuesta que destaca por su frescura, su contemporaneidad y el justo equilibrio entre vanguardia y tradición y entre la huerta y el mar que dibujan el paisaje murciano.  

Así, en sus platos, llenos de sabor y belleza estética, se vislumbra una obsesión por el uso de ingredientes locales y una sensibilidad especial que le han llevado a ser finalista del Premio Cocinero Revelación 2019. El mismo año, Magoga consiguió su primer Sol Repsol y su primera estrella Michelin, siendo el segundo restaurante de la Región de Murcia condecorado por la guía francesa tras Cabaña Buenavista.