Bañada por el Mediterráneo, la gastronomía es una parte fundamental de la cultura de las Islas Baleares. Un ejemplo de "sostenibilidad" que los agricultores llevan practicando durante siglos, tratando la cosecha y el ganado con esmero o  produciendo conservas y embutidos para abastecer su despensa. Una gastronomía cuyo sello de identidad es sinónimo de exquisitez y calidad. Productos tradicionales como aceites, vinos, quesos artesanos, carnes, embutidos, miel, frutas, hortalizas o la apreciada sal marina, han sido etiquetados, regularizados, comercializados y exportados, hasta conseguir un prestigio que ha traspasado nuestras fronteras.

Se trata de una gastronomía auténtica y responsable,  intrínsicamente vinculada al absoluto respeto hacia el producto por parte de quienes la elaboran. Además de ser saludable, se basa en la internacionalmente reconocida Dieta Mediterránea, una dieta sostenible y arraigada al territorio y  a la cultura.

A esta combinación de ingredientes,  hay que sumarle la labor creativa y vanguardista de numerosos chefs galardonados, que gracias a su trabajo han convertido a las islas en estandartes gastronómicos del Mediterráneo.

En definitiva, una gastronomía que se descubre a través de las visitas a almazaras para conocer el método de elaboración artesanal del aceite; se degusta en las  bodegas tradicionales donde se elaboran exquisitos vinos, o se disfruta en los mercados y pequeños comercios, gracias a  los productos procedentes de agricultores y ganaderos locales.